lunes, 20 de enero de 2014

Inesperada visita

RELATO, Inesperada visita
Un vientecillo garboso se dejó sentir,… meciendo las ramas del cerezo atiborradas del rojizo y brillante fruto presto para ser recogido.
Como sin querer, descaradas, algunas cerezas se les cayeron encima rebotando graciosas en las cabezas de las mujeres….que sorprendidas,…rompieron en carcajadas mientras se las comían gustosas.…
-La tarde se precipitaba en frío.
Se despidieron a tofda prisa dando por terminada la charla..............Marianarija

lunes, 13 de enero de 2014

abejas y florecillas

Breve:....La frágil ramita floreada se cimbreaba a capricho del vientecillo teñido de invierno-florido.....Revoloteaba, la audaz y muy peluda abeja,...buscando libar el florecido manjar que se le abría a su paso....
...ávida, buscaba sumergirse en tan elocuente y dulce placer....Y, las receptoras florecillas, abrían sus frágiles pétalos mostrando su valioso polen de amarilo-irresistible......posadas las patas, hasta casi hacerse invisibles,...embebida, hundía su formidable agüijón "como aguja que traspasa el ama" en el sabroso "lago de la felicidad"....pareciendo que, alcanzar el climax sería su objetivo........Marianarija

viernes, 3 de enero de 2014

LA TORMENTA

El agua inclemente tecleteaba contante sobre el paragüas, paraciendo que los cielos turbados y oscuros se romperían y con ellos la “eternidad” del mundo.
La tormenta se decidía en diluvio fiero.
Como enfadados,…Los cielos negros escupían relámpagos sin fín iluminándo el orbe. La brava e insistente tormenta, seguía inundando de charcos el asfalto haciéndolo ciego e intransitable.
-Sorteando  "el mar" que a nuestros pies se cernía,…y como pudimos… Fuimos dando tumbos serpenteando la calle en busca de refugio donde cobijarnos.
Las farolas, emboscadas y desdibujadas por el diluvio,… trataban de mostrarnos su tímida luz amarilenta, a la vez, que dibujaban sombras inciertas pero, que animaban al sentir romántico.
-Sin refugio inmediato donde aliviarnos de la furibunda tormenta,…Decidimos estrecharnos bajo el arrullo del exíguo paragüas rojo con lunarcitos,… Mientras, oímos como el insistente golpear del agua sobre el asfalto, y nuestros pies calados….
Las miradas enlazadas se decidieron en el beso largamente esperado.
Azorados y, turbados por lo ocurrido, emprendimos el camino de vuelta.
 
Marianarija   D. reserv.