...Tras abandonar la bonita parte acristalada de la gran estación. Elsa,
.se dirigió a toda prisa hacia el andén,...allí esperó impaciente unos minutos para subir al tren que la llevaría al lugar escogido para aislarse unos días y así dejar atrás el intenso strees al que últimamente el trabajo de fiscal la estaba sometiendo.
...Como una alumna aplicada, se apostó firme en el cuadradito número 5, que a pié de anden, figuraba pintado afín, que el vagón deseado quedara justo "a sus pies" asegurándose así, que sólo ése, sería el vagón donde realizaría el largo viaje y trayecto hasta llegar a destino.
...Un recóndito pueblecito de costa entre montañas que se asomaba al mar en forma de escarpados acantilados y recoletas calas de arenas rubias y tranquiladad asegurada.
...Una vez en el coqueto vagón, se relajó y suspiró fuerte mirando al techo, y descubriendo la bonita decoración con motivos barrocos con que se decoraba el mismo,..así, ahondando en las imbricadas formas y casi embelesada por la inesperada belleza del techo,...cayó en profundo sueño.
...Un toc.toc¡ insistente sonó en la puerta, que la sacó del sopor. Sra..soy el revisor,...tengo que ver su billete¡ insistió el viejo y orondo hombre.
...La rubísima dama del libro en la mano, abrió todavía adormilada y extrañada de que se la molestase, ya que viajaba de "forma.especial" y todo concertado y pagado con la agencia de viajes, para así, evitarse molestias incluídas y las que tuvieran que ver con el tren y sus "agregadas.sorpresas"....!el billete! Le espetó el revisor de la gorra y pito en riste.
...¡perdone hombre,...dijo la mujer atusándose el pelo. ...¡pero yo no tengo esa obligación o eso me dijeron en la agencia,...pero tome!
¡tome el billete!
...El revisor cogió el billete y comprobó que todo parecía en orden ¡buen viaje! le espetó,...y que disfrute, que para eso lo lleva ud. todo, todo pagado sra.!...sonó a sorna.
...La puerta se cerró, con improperio seguido. La estirada dama, se recompuso y recogió el libro. Sentándose, y tras mirar el paisaje, buscó impaciente la página donde lo había dejado. Leía y releía absorta en la lectura.ficcionada, que sobre un hecho real había ocurrido cerca de la población donde iba a vacacionar.
...La lectura le absorbía completamente, tanto, que olvidó comerse el pequeño tentempié de jamón que al salir envolvió en "papel.plata"...de repente, le sonaron las tripas, he hizo un alto en la lectura y acometió el bocadillo con deleite,...apartando el libro y dejándo éste a la vista.
...Ávida, siguió con la lectura, que la sumió en un pavoroso miedo a medida que seguía y pasaba las hojas...¿lo terminaré antes de llegar? se preguntaba.
...Un brusco frenazo, la removió del confortable asiento,...miró curiosa por la ventana y solo vió la oscuridad de un túnel con alguna luz de posición, que a lo lejos se veía. El silencio tras el estrincón de antes, la hizo incomodarse y temblorosa, al ver que el silencio seguía y que el tren continuaba parado,...decidió abrir la puerta con dos cerrojos metálicos y salir al pasillo, ...mirando a izquierda y derecha, nada vió y alzando la voz preguntó ¿qué pasa? ¿.porqué paramos?...y así, pasaron al menos dos largas horas...
...Perdida la paciencia, y el miedo potenciándose en su cabeza,...decidió, encerrase de nuevo en su vagón y reclinarse en el asiento con el libro sobre su pecho.
...Un nuevo frenazo la avisó de que el tren comenzaba la marcha o eso le pareció, y hasta le animó.Volvió a mirar por la ventana y la oscuridad del largo túnel allí, seguía densa e impeneteable.
...Aterrada, pulsó el timbre de ayuda pero, no parecía funcionar ya que no emitía sonido alguno...pulsó y pulsó de nuevo y con vehemencia, dado el nivel de miedo que se generaba en el ambiente, a medida que el tiempo pasaba y nada ni nadie acudía a informar.
...La luz del vagón terminó por extingirse y este, cayó en una latente, axfisiante, e inmensa oscuridad.
- resignada a la fatalidad,...cerró los ojos y puso el libro sobre su pecho asiéndolo fuerte-
...¡por fín! ...una voz fea, bronca y cuasi metalizada,...avisaba de que ¡no intentaran bajar del tren,...pues jamás, jamás quién antes, lo hubiese intentado,...nunca volvió a subir al tren!...
...Nerviosa y aterrada, corrió las cortinas (que se atascaban)... y miró intentando ver,...y sí, si vió esta vez...
...De entre la oscuridad más oscura, unas
sombras andantes deambulaban emitiendo zumbidos fríos y largos,... y hacían por subir al tren sin conseguirlo...La sombra que llegó cerca de la ventanilla de la aterrada mujer, se avalanzó al cristal, golpeándose y llenándolo de una viscosidad repugnante, que pronto se convertía en vistoso humo color rojizo que se filtraba por las rendijas del doble cristal.
...La mujer, cayó al suelo al igual que su libro,... desmayada y luego muerta.
¡Nunca llegó a destino...algo planeado, puso fín a su viaje!
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