sábado, 26 de febrero de 2022

Día incierto (relato)

- Como de costumbre, el despertador avisaba con su repetitivo estruendo justo a las 6, 3oh.  
 Una lívida luz matinal que se filtraba entre visillos, y avisaba que el día estaba despertando.
...Tras recoger las "maletas.muestrario" revestidas de piel marrón.oscuro,  inherentes éstas, al trabajo que favorecía el sustento y ayudaba a pagar los gastos.
Se dirigió hacia el garaje.
...Una vez que la puerta del mismo subió. Enfiló la rampa de salida y trás girar una media curva, enseguida tomó la estrecha carretera de abruptas lindes, hasta llegar a la Autovía2.
Y tomando la rotonda, se incorporó de inmediato al carril correspondiente (un camión le adelantó sin previo aviso) inutilmente le pitó y dió las luces para mostrar su enfado.
- Se dió cuenta entonces, que un apacible amanecer parecía sonreir al incipiente día. Aceleró un poco para cambiar de carril.
...Una inusual tranquilidad le reportaba la grata visión de interminables y gloriosos campos en flor. 
La observancia del crecer del día y la luz reflejándose allí donde la mirada se pisaba en el horizonte.
Esto, le sumía en una felicidad reseñable.
...(se aferró al volante y siguió carretera alante, mientras canturreaba lo que parecía una canción)
-Una luz increíble se extendía a izquierda y derecha hiriéndo el paisaje en singular belleza.
...Observó un campo lleno de grandes extensiones agrícolas.Trigales y frutales, los arrozales cobijados en su constante riego, gracias a las "Marismas.azules" que los bañan hasta su recolección. Todos se rifaban la brillante luz matinal que para entonces crecía.
De los frutales, árboles preñados de ingente fruto, los
.manzanos de los que pendían ramas y frutos con verdes manzanas qué, como perlas se desgranaban  hasta desprenderse y caer.
Más allá, los limoneros y naranjales, igualmente lucían sus galas "doloridas" de sol que las quería. 
Los trigales prestos yá, a ser recogidos en fardos, también brillaban al sol. Los parterres que aún verdeaban a cebada, igualmente se rendían ante tan exuberante luz. Enfín, que todos los campos que ante mis ojos  esa mañana se cernían plácidos anunciando buenos presagios y mejores acontecimientos.
¡pondré un poco de música! Y seguiré camino hasta la Ciudad donde me esperabana las 9h.3o para la reunión habitual de cada mes.
-Llegando, el día ya había crecido y "todo" en ella, giraba hacia un orden de pleno sosiego (el estruendo de un avión volando más bajo de lo requerido, distrajo su atención) ...¡mierda! Exclamó dando un manotazo en el volante. 
¡joder! .las 8,3o y aún me faltan dos calles por sortear. Estrechas éstas, seguro están taponadas por mil y un vehículo ( camión reparto, el de la basura etc.)
¡vamos allá y crucemos los dedos!
(Así, el infeliz y entusiasta amigo de éste relato, lo hizo...cruzó los dedos, y se precipitó por la enjuta calle que trás remontarla, le llevaría directo hasta otra más ancha, donde las oficinas se erigían diáfanas. -Dos grandes ventanales miraban hacia la calle central. En la marquesina, colgado, se sustentaban el chirriante rótulo de la empresa que el viento había había espoleado.
¡las 9,5o y llegando! .se dijo.
-Enfiló el cochr hacia el garaje de la empresa y una vez dejado el coche aparcado en su plaza de aparcamiento, llamó al ascensor.
¡y no baja el cabrón! .golpeó dos veces la puerta con vehemencia.
(.ante la tardanza del ascensor optó por subir escaleras arriba)...
...Resoplando llegó hasta la tercera planta observando que el ascensor estaba extrañamente abierto. 
¡por fín! .se dijo
Ya estoy aquí, y aunque un poco tarde, llego a la cita. (sonrió)
Antes de entrar en las oficinas miró si la luz estaba encendida en el despacho principal.
-Y optó por volver hacia el rellano ¿intrigado?... afín de cerrar la puerta del ascensor que antes le pareció mal cerrada. Sin conseguir que éstas se igualaran y así  cerrarlas, tiró fuerte de una de ellas (haciéndose un arañazo en forma de corte) Esto le hizo mirarse la mano y sangraba (cogió el pañuelito del pequeño bolsillo de la america y se lo ató a la herida)
Tras forzajear consiguió que éstas se abrieran parcialmente. 
Insistió ( pues tenía interés)
-Consiguió su objetivo.
 ¡las puertas se abrieron! 
-El horror por la visión que ofrecía el dantesco "espectáculo"... creció en su demudado rostro hasta hacerle estremecer.
...Un atijo de al menos tres o cuatro cuerpos ensangrentados se medio amontonaban sobre un gran charco de sangre. 
(.era un pié sín zapato con los cordonrs sueltos, y desprendido de su gorda pierna, hacía de "tope" para que las puertas se cerraran)
(.le pareció que pertenecía al orondo jefe de personal)
-Petrificado  y demudado -en un principio- por tan espantosa visión, sujetó fuerte una de las puertas para que éstas no se cerraran) mientras se intentaba secar el chorreante sudor (sín conseguirlo)
¡No puedo creerlo! ...pero me complace. (.sonrió) dejándo caer la puerta y las dos se plegaron de inmediato.
Exclamando...¡y eso que el día se presentaba diáfano y amable!. Enfiló las escaleras hasta llegar al garaje (no encontró a nadie)
-Al fín llegó al solitario y lóbrego garaje, venciéndo el estupor, nervioso, miraba alargando la cabeza, para cercionarse de que nadie le había visto. Encontró su coche y aprisa, metió la llave de contacto y una vez el motor rugió, enfiló el coche hacia la salida (encontró la puerta elevada tal cual él la había dejado)
 ¡No,...se dijo, No,...la reunión arriba en  la oficina,...No había sido lo tranquila y apacible como me la "habían pintado" ...se decía con sarcasmo. Y seguía...
¡a veces, las cosas suceden distintas para algunos...y seguía...
¡Bien está lo que mal acaba!
( resopló fuerte con una mueca de complacecia en su rictus y enfiló la calle hasta la Plaza del Ayuntamiento. 
(Un jardinero de turno regaba los gardines colindantes manguera en mano (el muy torpe apuntó mal, y la manguera con el fuerte y abundante agua le regó por completo...¡eso, ahora tú hoy, me lavas el coche) mientras le "sacaba un dedo" 
Se desquitó con un agrio insulto que espetó al hombre casi en su cara y le sacó de nuevo el dedo"
-Pisando el acelerador  marchó y siguiendo las "placas.indicadoras" de direcciones,...tomó el desvió hasta la autovía dejándo tan hostil Ciudad.
¿.habré dejado algún resto de sangre?...Se preguntó, cuando observó que la herida vendada sangraba en demasía para tan pequeño rasguño. (.se arrancó un trozo de camisa y volvió a vendársela)...En la camisa también había varias salpicaduras de sangre que, nervioso trató de esconder con la chaqueta.
Marian feb.022







domingo, 6 de febrero de 2022

Relato ¡ronca el mar!

... Como cada mañana corrió vehemente las pesadas cortinas.
Miró y escuchó.
El mar anda hoy travieso, como incómodo, se dijo.
A la vez que se entretenía (como era su costumbre) ensimismado "hacía como si contara las olas"...luego, se recogía y cerraba el gran ventanal.
Cuando ya se decidía a "echar el cierre"...Un espeluznante ronquido proveniente del ajetreado mar de esa mañana, le hizo agudizar el oído y escuchar con más dedicación. El ensordecedor ronquido lo producían las olas cuando chocaban al retirarse. Y así, hasta que la vista le alcanzaba. Esto es, hasta el brumoso horizonte (desdibujado de línea)
¡raro muy raro! Exclamó con cierta preocupación. 
¡gua guau guauuu¡ ladraba insistente el perro que dormitaba a sus pies,...para luego, enrroscarse a su pierna "como pidien curiosear"...¡cállate perro!...El perrito abandonó la habitación, pero seguía ladra que te ladra y yendo y viniendo "rabito en ristre" hacia donde el hombre de la ventana seguía observando el singular fenómeno.
¿Irá a pasar algo? Acaso ¿una galerna? ¿Un naufragio?...Se preguntaba.
...De pronto y sín espera, un fuerte y frío viento (que no brisa)...Le asustó.
Cerró rápido y se quedó -curioso él- mirando entre las cortinas. 
El gélido viento que trajo el mar ese día, congeló todo a su paso. Miró incrédulo y parpadeó dos veces (por si  mirar una vez solo no fuera suficiente) Y pudo ver con cierto asombro, como el apacible y bello mar que otrora fué. Aparecía ante sus incrédulos ojos ¡totalmente congelado!
...Llamó al perro que había dejado de ladrar y permanecía acurrucado en la "habitación de trasteo"...¡ven guapo! ven y sube a mis brazos, así, estarás más teanquilo...el perrito, se calmó y ladraba agradecido.
Pasada la mañaba, y ya, entrada la tarde, hacia las cinco y poco (trás haberse quedado dormido)...Volvió a mirar "entre.cortinas" echándose el perrito a un lado, agudizó la vista "curioseando el fenómeno"...
Un ¡oooh! .se le escapó incrédulo.
¡Ni un ápice del fenómeno!
.exclamó acariciando a "Perlita"...a la vez que le pasaba la mano una y otra vez por el lomo (el perrito ladraba con cariño al hombre)
Insistiendo en ver mejor, optó por abrir la ventana " de par en par" para así contemplar mejor...Y sí, sí...
-El mar apareció, calmo y con plateadas espumas que el suave oleaje dibujaba. Los gráciles delfines jugaban a saltarlas.
Marian.feb 022