CAMINO y
LUZ en la Ruta de los Faros (Estoril)
-El viaje,
serpenteante en acantilados y rompientes en los que el Atlántico rompe con
furia inusitada a lo largo de la bella Costa de Estoril.
-Azul de
mar, otrora, verdes fundidos y confundidos en multicolor juego de oleaje y
espumas hasta perderse en la infinitud de un horizonte perpetuo. Hasta donde
nuestra “precariedad visual” puede llegar a descifrar la inmensidad del
“inmenso” allí, por donde la línea infinita del horizonte se dobla hasta
perderse.
-Esta vez,
habíamos optado por hacer la excursión en bicicleta ( recomendación hecha por
el atento personal de la recoleta “pousada” donde nos hospedábamos……”los altos
y erguidos faros” se harían visibles a nuestros ojos con mayor esplendor y
disfrute….!nos dijeron!
-Así lo
hicimos, y,... sobre sendas bicicletas, (rojas y radiales dorados) partimos
animosos cámaras en ristre y sombreritos
“salacot” para protegernos del impenitente sol que se avecinaba.
-Bellos pueblos
bañados de sol y salitre “nos saludaban” al paso. Cascais, escarpada, situada cual pedestal se yergue
hermosa. El imponente Faro da Guía permanece quieto, hierático “pintadito de
alegre colorido en franjas rojas”
haciendo su labor de vigía, capta nuestra atención….
-Seguimos la
ruta entre pequeños pueblecitos “golpeados del impertinente oleaje” que lame su
rocosa costa. Sintra, empedrada de brillante adoquines e iluminada por la luz
que, ya cae perpendicular entre sus recoletas calles, El Faro Santa Marta
recoleto y mágico. Hierático se precipita en un montículo rocoso que, parece
precipitarse al mar. (miles de disparos se “dispararon” de nuestras cámaras e
inmortalizaron el instante para siempre.
… El extraño
y bello en arquitectura excéntrica, visitamos el Palacio Da Pena, con unos
miradores que dan a unas vistas increíbles a las verdes llanuras y profundos
acantilados de la zona. El frío se siente arriba del todo, cerca del cielo. La
paz rezuma por todos los rincones a los que te asomas y quedan atrapados
en “las retinas de tu memoria ya para
siempre”…
-Como quiera
que el calor se deja sentir sobre nuestros ya, cansados y, un tanto “doloridos
esqueletos” paramos a repostar energías entramos en las “pousaidiñas” - así, las
llaman - para tomar fuerzas,…abundante agua, viandas típicas del lugar nos
reponen del esfuerzo ( tras llenar nuestras “cartoneras” de bocadillos y
líquidos diversos, nos disponemos a seguir la ruta impuesta, hasta dar con el
último y otra vez recomendado Faro da Roca.
- Tal como
nos anunciaron, y, siguiendo el mapa. Bordeamos el escarpado camino que se
precipitaba en perpendicular ascenso, por lo cual, ante la imposibilidad de
ascender en la “bicis”…desmontamos, he hicimos a pié, el camino hasta las
faldas del más que impresionante Faro da Roca que se erige majestuoso en su
punto más Occidental.
-Nuevamente
en “las retinas de nuestras lentes” quedará el indescriptible recuerdo de lo
recorrido de tanta exuberancia visitada,…concentrada en una belleza sin igual
que recorre la Costa de Estoril…
Marian Arija
Santamaría Agosto 2014