viernes, 3 de octubre de 2014

Faros en la Ruta de la Costa de Estoril (Portugal)


CAMINO y LUZ  en la Ruta de los Faros (Estoril)

 

 

-El viaje, serpenteante en acantilados y rompientes en los que el Atlántico rompe con furia inusitada a lo largo de la bella Costa de Estoril.

-Azul de mar, otrora, verdes fundidos y confundidos en multicolor juego de oleaje y espumas hasta perderse en la infinitud de un horizonte perpetuo. Hasta donde nuestra “precariedad visual” puede llegar a descifrar la inmensidad del “inmenso” allí, por donde la línea infinita del horizonte se dobla hasta perderse.

-Esta vez, habíamos optado por hacer la excursión en bicicleta ( recomendación hecha por el atento personal de la recoleta “pousada” donde nos hospedábamos……”los altos y erguidos faros” se harían visibles a nuestros ojos con mayor esplendor y disfrute….!nos dijeron!

 

-Así lo hicimos, y,... sobre sendas bicicletas, (rojas y radiales dorados) partimos animosos  cámaras en ristre y sombreritos “salacot” para protegernos del impenitente sol que se avecinaba.

 

-Bellos pueblos bañados de sol y salitre “nos saludaban” al paso. Cascais,  escarpada, situada cual pedestal se yergue hermosa. El imponente Faro da Guía permanece quieto, hierático “pintadito de alegre colorido en franjas rojas”  haciendo su labor de vigía, capta nuestra atención….

-Seguimos la ruta entre pequeños pueblecitos “golpeados del impertinente oleaje” que lame su rocosa costa. Sintra, empedrada de brillante adoquines e iluminada por la luz que, ya cae perpendicular entre sus recoletas calles, El Faro Santa Marta recoleto y mágico. Hierático se precipita en un montículo rocoso que, parece precipitarse al mar. (miles de disparos se “dispararon” de nuestras cámaras e inmortalizaron el instante para siempre.

… El extraño y bello en arquitectura excéntrica, visitamos el Palacio Da Pena, con unos miradores que dan a unas vistas increíbles a las verdes llanuras y profundos acantilados de la zona. El frío se siente arriba del todo, cerca del cielo. La paz rezuma por todos los rincones a los que te asomas y quedan atrapados en  “las retinas de tu memoria ya para siempre”…

 

-Como quiera que el calor se deja sentir sobre nuestros ya, cansados y, un tanto “doloridos esqueletos” paramos a repostar energías entramos en las “pousaidiñas” - así, las llaman - para tomar fuerzas,…abundante agua, viandas típicas del lugar nos reponen del esfuerzo ( tras llenar nuestras “cartoneras” de bocadillos y líquidos diversos, nos disponemos a seguir la ruta impuesta, hasta dar con el último y otra vez recomendado Faro da Roca.

- Tal como nos anunciaron, y, siguiendo el mapa. Bordeamos el escarpado camino que se precipitaba en perpendicular ascenso, por lo cual, ante la imposibilidad de ascender en la “bicis”…desmontamos, he hicimos a pié, el camino hasta las faldas del más que impresionante Faro da Roca que se erige majestuoso en su punto más Occidental.

-Nuevamente en “las retinas de nuestras lentes” quedará el indescriptible recuerdo de lo recorrido de tanta exuberancia visitada,…concentrada en una belleza sin igual que recorre la Costa de Estoril…

 
-El penetrante olor a las variopintas frondas que jalonaban vistosas el camino,…florecillas, enroscados arbustos, árboles  preñados de hojarasca, lavandinas aquí y allá salpicaban gráciles el suntuoso entorno meciéndose al compás de la sugerente brisa marina, que nos envolvía.

 

Marian Arija Santamaría   Agosto 2014