lunes, 28 de diciembre de 2020

relato: " gélido final "

... Una espesa y tenebrosa niebla caía sobre el emblemático puente/
... La ciudad era presa de las garras de una cuasi totalidad oscuridad impenetrable. Las farolas, que momentos antes lucían bellas y destelleantes,...a medida que la tarde avanzaba la terrible niebla se fué comiendo su brillar"
- ya tan solo eran un minúsculo punto de luz-"parecían querer permanecer así, antes de morir"
-Los dos hombres calzados con sendos sombreros "borsalino" que les tapaban casi todo el rostro, discutían, vehementes, agitaban sus manos hasta casi tocarse.
...El fuerte empujón, precipitó al hombre de sombrero más claro, a las frías aguas del Sena.
...mientras caía, gritaba insultando (en vano) al que, le había empujado,...y pronto se oyó el pavoroso golpe sobre el agua cuasi helada/...y un silencio se hizo en el lugar...
...Asidas a la barandilla y con sus manos forradas en unos apretados guantes negros, conmovía la frialdad del otro hombre  que impávido, miraba ver caer con cierta complacencia al desgraciado.
- Cuando decidió que todo había terminado para el infeliz "congelado" (ya que las aguas del caudoloso Sena,...en ese tramo, estaban bien heladas) decidió girarse y mirando el "sapito" de luz de la farola empañada aún más por la fébril niebla,...partió calándose el sombrero y tirándolo hacia delante,... encendiendo un cigarrillo, y haciendo que se abrigaba con las estrechas solapas de su abrigo largo y oscuro hasta casí los tobillos.
...Mientras avanzaba puente arriba, miraba de cuando en cuando, gritándole improperios al que hacía instantes había empujado al vacío.
- Desde la otra acera, solo acerté a presenciar "el hecho" que tanto me sublevó,...así, que corrí irreflexivo y antes de que el largo puente se terminara,...y dándole el debido alcance,...le empujé tan fuerte y despiadado como pude.
... El cuerpo, siguió la estela del otro,
... y el mismo sonido que un cuerpo cae sobre aguas heladas. Al precipitarse, perdió el sombreo que quedó rodando por el asfalto/
... ¡perro! 
Le grité.
¿Creías que nadie te veía?
...¡"siempre hay alguien en el instante oportuno a la hora adecuada"...piénsalo ¡perro!
...Cuando dejaba el lugar, observé que la espesa niebla aclaraba y se convertía en neblina húmeda que atravesava los huesos,... miré hacia la farola, y ví que su destello había crecido, hasta iluminar el entorno/
IMarian 020







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