domingo, 6 de febrero de 2022

Relato ¡ronca el mar!

... Como cada mañana corrió vehemente las pesadas cortinas.
Miró y escuchó.
El mar anda hoy travieso, como incómodo, se dijo.
A la vez que se entretenía (como era su costumbre) ensimismado "hacía como si contara las olas"...luego, se recogía y cerraba el gran ventanal.
Cuando ya se decidía a "echar el cierre"...Un espeluznante ronquido proveniente del ajetreado mar de esa mañana, le hizo agudizar el oído y escuchar con más dedicación. El ensordecedor ronquido lo producían las olas cuando chocaban al retirarse. Y así, hasta que la vista le alcanzaba. Esto es, hasta el brumoso horizonte (desdibujado de línea)
¡raro muy raro! Exclamó con cierta preocupación. 
¡gua guau guauuu¡ ladraba insistente el perro que dormitaba a sus pies,...para luego, enrroscarse a su pierna "como pidien curiosear"...¡cállate perro!...El perrito abandonó la habitación, pero seguía ladra que te ladra y yendo y viniendo "rabito en ristre" hacia donde el hombre de la ventana seguía observando el singular fenómeno.
¿Irá a pasar algo? Acaso ¿una galerna? ¿Un naufragio?...Se preguntaba.
...De pronto y sín espera, un fuerte y frío viento (que no brisa)...Le asustó.
Cerró rápido y se quedó -curioso él- mirando entre las cortinas. 
El gélido viento que trajo el mar ese día, congeló todo a su paso. Miró incrédulo y parpadeó dos veces (por si  mirar una vez solo no fuera suficiente) Y pudo ver con cierto asombro, como el apacible y bello mar que otrora fué. Aparecía ante sus incrédulos ojos ¡totalmente congelado!
...Llamó al perro que había dejado de ladrar y permanecía acurrucado en la "habitación de trasteo"...¡ven guapo! ven y sube a mis brazos, así, estarás más teanquilo...el perrito, se calmó y ladraba agradecido.
Pasada la mañaba, y ya, entrada la tarde, hacia las cinco y poco (trás haberse quedado dormido)...Volvió a mirar "entre.cortinas" echándose el perrito a un lado, agudizó la vista "curioseando el fenómeno"...
Un ¡oooh! .se le escapó incrédulo.
¡Ni un ápice del fenómeno!
.exclamó acariciando a "Perlita"...a la vez que le pasaba la mano una y otra vez por el lomo (el perrito ladraba con cariño al hombre)
Insistiendo en ver mejor, optó por abrir la ventana " de par en par" para así contemplar mejor...Y sí, sí...
-El mar apareció, calmo y con plateadas espumas que el suave oleaje dibujaba. Los gráciles delfines jugaban a saltarlas.
Marian.feb 022






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