Radiante y con inusitada luz crecía a medida qué la sútil veladura del alba levantaba...Para ir dejando paso a un incipiente Sol develado se posaba sobre las copas de los árboles.
Éstos, otrora apagados de su brillo nocturno gozaban entonces de esplendor.
Engalanados con arabescos y formas mil... cuando eran regados por el astro Sol...
Éste penetraba por entre la filigrana de sus ramas y sus tupidas copas formaba caprichosas figuras/
Allí, el astro Sol gustaba posarse en las mismas... Y jugar a colorear de "mil colores.mil"...las frondas y las ramas,...y las cambiantes hojas qué "bailaban" a tenor de la luz/
...Decidido,.... el Sol ya crecido en brillo y altura...Cogía bríos y comenzaba a posarse sobre los campos heridos de verdores y trigos. Los sembrados de avena en incipiente crecimiento lucían brillantes en verdes y hasta rojizos ( por mor del ingente reflejo)
...Tanta contemplación satisfizo al madrugador viajero ¡ tanto!...que sin pensarlo tiró de móvil y "como poseído"...Comenzó a fotografiar todo lo que sus ojos se cernía y abarcaban.
Y así dejar constancia de la breve e intensa belleza que ésa mañana exhibía la "madre.Naturaleza"
Marian 023
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