295. El llanto del gallo
-Las carnes al igual que otras suculentas viandas esperaban “a su suerte” para celebrar el gran banquete.
Cocineros y pinches se afanaban en la elaboración para que todo estuviera a punto a la hora acordada…
…Como un “píar” acompasado pero, insistente se dejaba oír entre tanto trajín de pucheros.
-Como quiera que el sonido persistía en la despensa,…El cocinero mayor entró y fisgoneó en el recinto.
-El “quejido ya lamento” provenía de las cajas donde las aves aguardaban,…Un gallo de cresta triste y mirar casi moribundo pedía ser liberado,…El cocinero se apiadó del animal y sin más, lo liberó de una muerte segura.
Marianarija
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