miércoles, 1 de abril de 2015

cuento

CUENTO para un niño bueno
Los gemidos del pequeño se conviertieron en sonoro e inconsolable llanto.
Alguien al paso, escuchó tanto desconsuelo, volviéndose sobre sus pasos. Empujando el portalón que daba al lóbrego y oscuro pasadizo, apenas sin luz, solo un exíguo rayo solar iluminaba aquella "estancia"....llamó y llamó, siguiendo el "rastro" del llanto cada vez más débil...
- Un desarrapado infante de carita sucia pero, de mirada inquieta me sonrío tímido ¿que te pasa? porq...ué lloras? ¿porqué estás aquí? le pregunté acercándome extendíendo mi mano a la vez que el extendía titubeante -como con miedo- la suya (al tocarla, noté que estaba muy fría)... !no sé! contestó trémulo. Alguien me encerró aquí como castigo !eso me dijeron ellos!...¿como castigo de qué? insistí apiadándome por tanta desolación ¿qué hiciste puesss?... nada, nada, creo que estoy aquí ! solo por ser bueno ! me contestó, suplicando agua y pan......Marianarija  D.reserv.
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