DULCE SOL de INVIERNO
Los turistas se dispersaron a lo largo de la Avenida
buscando la larga cola para entrar en el Museo . El frío rompía el silencio del
amanecer invitando a un buen desayuno en una de “Braseries” que se alineaban
paralelas a la Catedral, importante Monumento arquitectónico del siglo XII.
Ateridos, aterrizamos en una donde sus importantes
cristaleras nos dejaban disfrutar del
paisaje urbano y su trasiego. Un camarero apresurado, bandeja en mano, nos
preguntó, ¿Qué tomarán?...mientras enumeraba la ingente lista de “Delicatesen”
que se ofrecían tan de mañana.
¡Todos queremos un CHOCOLATE bien caliente y bollos de
mantequilla!...El Sol madrugador, asomaba tímido sus rayos, filtrándose por los
cristales que incidían decididos sobre
la mesa.
Marian Arija Santamaria. D. reserv.
(Publicado en Elretodelmes)
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